Por qué será que los amores prohibidos son más intensos que los permitidos, esos que nos hieren tanto, esos que tan solo un toque de las manos y un acto, calman los daños hechos.
Toque el cielo cuando pecaba con ella, fueron tantas las noches que en la oscuridad nuestra favorita sonó al bailar, no merecemos esto, somos tan perfectos que nuestro amor necesita estar unido.
Que pasará en mí, que no puedo dejar de recordarla, me amarre a un amor que no podía tener, estaba atascado como presa en arena movediza, entre más escarbaba en los recuerdos, más me hundía en llanto, mis lágrimas estaban como rabión. Como es de injusta la vida de separarnos del ser que nos hace el bien, quizás es porque Dios nos tiene un nuevo camino, pero ya son tantos los veranos que van a pasar a inviernos.