He dormido despierto, como me sucede a menudo cuando te veo, mas bien como me sucede siempre que te veo.
Sin embargo hoy ha sido diferente, tal vez porque la noche me ha traido consigo el sueño extraño de tu tibieza, la sensación ilusa de tu piel en la mía, la irrealidad de tu presencia en mi vida. Me ha traido la noche un regalo de tibieza nocturna en mi inconciencia y de frialdad ansiosa en un distinto amanecer que no termina.
Te he visto y tu sonrisa está presente tal cual reflejo de un recuerdo inventado y tus manos son, en el roce, una chispa de amor contenido tras la realidad de nuestras imágenes que solo estan conmigo.
Sonríes, tus ojos me miran y brillas, te tomo las manos con la excusa del frío, las dejas allí entre las mías como un regalo, luego sientes otro cariz en el tacto y otra luz en mis ojos y te separas...
¿habras adivinado lo que tras mis pupilas esconde mi alma?
algo si...
no en su total magnitud...
porque las imágenes de esa noche palpitan en mi memoria como una verdad incontenible y se desbordan por mis ojos con miedo de ser descubiertas.
Sin embargo, mirarte se parece a ese sueño, tan real y tan eterno, un latido en mi corazón desierto, la luz de un camino incierto.
Mirarte es simplemente el sueño de saber que solo en sueños tu sonrisa jugará entre mis besos..