Cada vez que aparece un nuevo mañana, inevitablemente siento miedo de abrir los ojos y dejarme llevar, temo tanto a mis limitaciones a mis inseguridades que simplemente no me deja respirar, mis pensamientos revolotean en mi mente como mariposas imposibles de atrapar.
En mi mente sólo escucho el aleteo de palabras que no puedo entender, cada vez que las recuerdo se alejan de mí, listas para migrar antes de poder descifrarlas, dejando vacío y soledad por su ausencia.
Cada centímetro de mi alma se agita al escuchar las únicas palabras que quedan y que se clavan en la mente diciendo solamente “no puedes” “no debes” “no lo mereces” y cada letra se incrusta en mi cuerpo como una marca imborrable de olvidar.
Aleteo de palabras vuelan en mi cabeza, cada vez que quiero sentir libertad y decisión, haciendo tan difícil de enfocar mi anhelo, mi sueño, mi meta.
¿Cómo detener ese ciclo de vida en las palabras? En los pensamientos, en mi razón que me traiciona hasta dejarme caer tan profundo que cada vez es más y más difícil salir ¿Por qué no puedo ver el mañana como parte de lo soy?
Después de tanta lucha, sólo existe esa constante en mi vida que jamás se va pero tampoco se queda… ¿POR QUÉ?
MARISOL HERNANDEZ MANRIQUEZ
