Viejo y apolillado
rescata el hábito abandonado
en el baúl de las culpas;
con suave tristeza y
canto apagado comienza
a zurcir con hilos grises
la telaraña de días infelices.
Se prepara para nuevos
encuentros pero esta vez
tras cada beso,
cada mirada,
cada palabra,
cada entrega
parirá una mentira.
En la gaveta de su
desolado corazón un
viejo recuerdo
"todos odiamos
las mentiras...cuando son
otros que las murmuran"
Namid A.