Los muertos se corrompen
Sin hacer daño
Ni a propios ni a extraños
Generosos
dejan a sus aguas
que vayan al océano de la eternidad.
Los vivos, en cambio,
se descomponen
condenados al espanto
y al acecho de la soledad.
Se matan por ganar el cielo
mientras que los muertos
desvividos,
se aferran a la tierra
Unos olvidan a los otros
cuando lo prudente, entre ambos,
sería hacerse cómplices
Lo digo por saber
de muchos vivos
que suelen estar muertos
Y de tantos muertos
que desean estar vivos
Socios de la nada, al fin,
mejor si gozaran
de una franca fatalidad.
El vivo porque la enfrenta cada día
para evitarla
El muerto porque se burla
del vano propósito de impedirla.
Rene Bacco