En la nada vamos a quedarnos
cuando qué darnos ya nada tengamos,
cuando la entrega haya sido ya toda
cuando ya en tregua estén nuestras almas.
Al más débil lo comerá el vacío
si oscila como oscila y oscilando vacila.
Y él oscilará, hilará, ahilará, vacilará,
amará, y al fin será devorado.
De voraz dolor se vestirá el otro
y cual potro herido cabalgará sin destino
y andará andando mudo y demente
cuando viudo se enfrente al rudo mundo de la nada.
De la nada en que vamos a quedarnos
cuando qué darnos ya nada tengamos.