llenaron mis manos esa tarde,
cuanto silencio estrepitoso
pudo contra mis verdades
Todo el universo me acongoja
ni la lluvia es como antes,
los rayos cual latigazos
estallan en mil calamidades
Como si no fuera funesto
no poseer tu presencia, tus males.
Para colmo me quede sin tierra,
sin casa en esta tormenta que arde
La lluvia se ensaña conmigo
no me deja ni extrañarte
si solo te fuiste dos días
y parece que fueron cien tardes.