Olvido mis sueños
después de su muerte,
disuelvo lamentos
ante cada noviembre
que llega y se va
como la risa que invade hoy
el sentir.
Me besa una niña
con sabor a su alma,
brisa y margaritas
siempre empapadas
con el llanto que el cielo suelta
al preguntar sólo por ti.
Me da miedo pensar
que no te pude amar
al buscar una excusa y ver
que hoy no me sirve más,
al ver mi tiempo cómo se va.
*
Puede que hoy
al llover como hace tiempo,
al ver los relojes retrocediendo
no tenga que olvidar
el rostro de mi amor en noviembre,
aunque ya estemos muertos,
aunque no haya dicho que la quiero
antes de verme matar.
*
La espero a ella,
espero hoy morirme
como tú quisieras
amándote y triste
porque yo decidí
apagar la sonrisa que se inventó
mi paz.
Me vuelvo muy viejo,
envejece mi condena,
libre pero te quiero
la brisa que se aleja
hacia donde tú, vives riéndote
de los soles por ocultar.
Me da miedo pensar
que no te pude amar
al buscar una excusa y ver
que hoy no me sirve más,
al ver mi tiempo cómo se va.
*
Puede que hoy
al llover como hace tiempo,
al ver los relojes retrocediendo
no tenga que olvidar
el rostro de mi amor en noviembre,
aunque ya estemos muertos,
aunque no haya dicho que la quiero
antes de verme matar.