He matado una mujer muerta
en su espacio de besos sepultados
he abierto la brecha de la penumbra
donde su cuerpo oscila agonía
El frigorífico aun conserva sus vestigios
helado sus labios a los que pude besar
he matado el cielo para rasgar su muerte
y su amor conserva lápidas
a las que no quiero llegar.
Son flores negras que guardo en mi
se marchita en la tierra bajo tus recuerdos
he matado una mujer muerta
a la que nunca podré de nuevo matar.