Moraré en todas las rodantes pestes de armonía,
los jubilosos gritos de la locura
hasta el vientre de tus profundos sentimientos.
Resiste que pronto acallará la voz de la locura
dueña de la muchedumbre.
Sintiendo inmenso del corazón
como se siente en las noches de la ruptura,
miénteme de la manera más sutil que encuentres,
de modo que dañe ni un vocablo de los labios que dicen ternura.
Pero sin que se muera la locura que por ambos siente el sentimiento;
moriremos de tal modo...
sin videntes de otro sueño ni brujos fuera de la realidad;
como es puro lo divino y nuestra la locura de querernos ,
ámame sin comprometerse el alma que por ella ama a otra parecida.