para un corazón tan bello
encandilas la pasión
con tus palabras, con tus versos.
Tú único delito
haber nacido antes de tiempo,
en una edad que no te corresponde
en una era de silencio.
Denominado de varias maneras
juglar, trovador y poeta,
antiguamente en todos nosotros,
hoy, en el olvido
en el recuerdo.
al amparo de tu esencia!,
¡Cuántos cuerpos entregados
bajo la luna de tu existencia!.
Abandonado en un cajón
gritas con fervor
cual fue tu equivocación
para querer tu deserción.
Suplicas al mundo,
cortas la respiración,
atentas contra la conspiración
para que te liberen de esa prisión.
Desahuciado, incomprendido y burlado
más que trovador pareces bufón,
miras a tu alrededor sin entender
por qué tanta negación.
Tus palabras nunca hicieron maldades
ni a los ricos ni a los miserables,
hoy te enfrentas al dilema
de renunciar lo que más deseas.
Alma solitaria,
palabras fulminadas,
mente intelecta,
mano privilegiada.
Sentimientos acallados,
emociones desterradas,
ideas oprimidas,
sensaciones penalizadas.
El juicio ya empezado,
las entes te abuchean,
qué será de ti,
reliquia de tantos poemas.