Tu no me mereces,
tu mereces a alguien mejor.
Tu mereces oro y yo soy escoria,
mereces esmeraldas y soy barro,
mereces poesía y yo soy realismo.
Tu mereces el cielo y yo soy un tedioso purgatorio,
soy como este mundo incipido.
De valor solo tengo mi arte,
si es que es arte y si es que vale.
Lo valioso mío son mis sueños,
pero aun no los alcanzo.
Mi unica pertenencia es mi alma,
pero con tantos defectos no es mi orgullo.
Esa era otra mañana sin trascendencia,
seguia mecanicamente mi camino
y te vi por tercera vez.
La poderosa luz del sol
y el brillo de tus ojos se unieron,
iluminaron tu rostro y me asombraste.
Un momento tan sublime,
que ni mi memoria puede repetir perfectamente.
Era belleza absoluta,
para mi eres el octavo arte.
¿Pero que ha sucedido desde ese dia hasta hoy?
¿Cual es la razon para que hoy vayas a mi lado?
Suerte, querida. Suerte.
Tan solo suerte.
No hay otra explicación.
Tu eres una bendición.
De Dios no pido milagros,
tu bastas para creer.
Conozco que perverso puedo llegar a ser,
se que la maldad me puede poseer.
Pero por ti querida,
la escoria se convertirá en oro,
el barro en esmeraldas.
El realismo pasará a ser poesía.
Este mundo incipido,
este tedioso purgatorio,
por ti lo convertiré en cielo.
Dennis Carpe Diem
