Nada más cálido que la
mirada amiga que se había
colgado en el gancho de la razón.
Nada mejor que la risa
azucarada para conjurar
lo obtuso de mi versión.
Qué mejor para sabotear estos
días aciagos que una mano amiga
la palabra que alienta
el silencio que salva
y Tu, tu en mi Vida.
Namid A
(Abril 17/2.009)