De que.. De que sirve
Señor tanta fiereza
Tanta saña aleve para aniquilarnos?...
Tantos discursos vacíos..
Que claman a gritos un escusado...
Tantos odios letales acumulados..
De que nos sirve ufanarnos
Del último vestido de la moda.?.
La glotonería salvaje.
Que rumia las comidas
Sin pausa..
Que queda del orgullo
Y la pedantería barata..
La segregación racial..
El estigma hacia los pobres?...
La creencia en la pureza
De la sangre..
La indolencia de ser rico..
A costa del robo a los hermanos.....
Nada queda de nada con el tiempo!!.
La tierra arcana..
Nos espera paciente y al acecho..
Marcados están nuestros segundos..
Partiremos del mundo sin saberlo..
Tierra.. a tierra..
Polvo a polvo..
Vuelve el ciclo vital
En su vuelo infinito...
A ser de nuevo piedra
Y árbol.. tierra.. Flor y fruto..
Riachuelo que corre al precipicio..
Mierda que se comerán los pájaros...
Crees optimista filósofo
De las noches aciagas..
Que alguien detendrá el momento
De ser acomodado en la mortaja?
No juguemos a la vida filigramas...
Es mejor con el saber campesino.
Entender que la muerte es el precio
Que pagamos por la vida.. y el destino..
Mas terror produce..
El pasar por la vida..
Como el soplo de un viento maldito..
Que no sembró las plantas
A la hora del véspero..
Que no esparció semillas por el campo..
Que no cultivó valores y principios..
Que se ahogó en las heces de la corrupción..
Que descuajó vidas humanas
Para espantar sus miedos..
Que no amo lo suficiente..
Que no dio mas de lo que recibió..
Ahora siento el viento girando..
En la inmensidad del campo..
La luz tenue de las estrellas..
Las voces de una marcha que se aleja...
El silencio que tiende sus alas..
El tiempo suspendido...
Ahora comienza el sagrado olvido..
El olvido anunciado..
El coito infinito ha fracasado..
Nuestros hijos han muerto...
Nadie recuerda tu nombre
Ni mi nombre
Si fuiste.. o eras ..
Que llamas te quemaron.?
Que quimeras portastes
Como una corona de espinas.?
Alguien recoge con sus manos
Un manojo de arena...
Esto somos .compañera..
Aunque el amor
Nos alumbra
Y es su llama quien nos quema...