gotas de rocío de su pequeña flor,
se soñó cubierta de hiedras
en un hueco que no la pertenecía.
Se desnudó su alma y floreció
con los colores de la vida amaneció,
se rompió las letras de su cuento
resurgió en el filo de su silencio.
Lloró y se imaginó,
como la mas solitaria flor,
bailó con las fieras dormidas
en el rincón que tan bien conocía.
Se despertó en el ocaso de sus días y...
se sintió viva,
aceptó el desafío del alma y...
la humillación de obsoletas palabras.
Se alzó etérea entre vómitos y ofensas,
gritó y devoró a las viejas ninfas eternas,
durmió con la luna y... deseó
ser un grano de arena.