Canción de viento temprano
Brisa que anida en mi mano.
Remolino de sueños calientes
Luces que alumbran latentes.
Vuelve a nacer el ensueño
Sobre el horizonte sin dueño.
Pequeña gota en la altura
Surco invisible en la llanura.
Llueve mojando la vida
Retoño que brota en la herida.
Llaga blanca en la tierra
Antiguo misterio encierra.
Llovizna en el camino
Se escucha un canto escondido.
Y el sol quemando en la tierra.
Y el sol quemando el aire.
Y el sol quemando la lluvia.
Y el sol, una infinita línea en el mar.
Y el latido del cielo
que cae sobre la tierra,
lluvia,
alma celestial que bendice el suelo.
Soy parecido a nadie y a todos.
Como un suave polvo de luz,
aún, un pequeño sueño en el aire,
tal vez una humilde sombra
bebiendo la vida de un solo trago.
Soy parecido a nadie y a todos.
Soy presente y memoria.
Soy el ayer que renace en el hoy
junto a las aves del amanecer.
Y el sol quemando en la tierra.
Y el sol quemando en el aire
Y el sol quemando en la lluvia.
Y el sol, una infinita línea en el mar.
Mariano.
Mayo 2009.