A estas horas sólo espero que llegue el domingo,
tiene un encanto especial este día,
su nombre pareciera ser
un sinónimo de reír,
dormir hasta tarde,
hacer deporte,
pasear por un parque,
leer la prensa
y olvidarnos de que muchas cosas
existen.
Recuerdo esos domingos de fútbol,
de películas violentas en cine o televisión,
de cuerpos húmedos en una piscina
o entre las piernas de una fémina
en la que vemos al amor
deslizarse tiernamente en su espalda,
mientras nuestras manos dibujan sobre ella
un corazón enamorado que ha olvidado
qué hora o qué día es...
No importa... ella tampoco lo sabrá
y ambos lo entenderemos muy bien
tres días después,
cuando sintamos que algo nos falta...
o que alguien,
por alguna razón,
estará preguntándose
por nosotros...