Un brillo enternecedor
hay en tus ojos,
un emotivo resplandor
que se deshace
por tus mejillas
en gotas de rocío.
Perlas límpidas,
extracto de nobles sentimientos,
destilación exquisita
de un alma generosa.
Inmaculadas gotas
que delatan un corazón piadoso,
una entraña estremecida
por la afectividad de un verso,
por la ternura,
por el amor,
por el dolor,
por la vida,
por el niño
o el anciano.
Llanto auténtico
que embriaga mi existencia,
néctar que con mis besos se confunde...
s la esencia exquisita de mi amada.
LUIS MARIA MURILLO SARMIENTO ("Cartas a una amante")