No sé porqué la sensación.
Tan sólo siento el destino.
Tan solo oigo el corazón.
Mas hay veces y me pregunto
Si de verdad la suya es la voz.
Más el silencio es la respuesta,
No hay respuesta del corazón.
Entonces juego con la mente,
Un juego peligroso, qué hacer.
Y me conduce por infinitos laberintos.
Me muestra el amor y el placer.
Jugarlo también conduce al perecer.
Ya que fantástico es el mundo de la mente.
Y puedo llegar a no querer volver.
Más me pregunto yo entonces,
¿Porque la necesidad de escapar?
Y ocultarse en el laberinto de la mente,
Olvidar el mundo y la realidad.
Y la respuesta me vino de inmediato.
El hombre cansado de sí mismo está.
Y temeroso porque ya no hay divino,
El miedo consumiéndolo está.
Por eso es que preferimos,
Perder el tiempo frente al televisor.
Pensando que son nuestros los destinos,
Aquellos que de los personajes son.
E inventamos y fantaseamos,
Tan sólo para escapar de la realidad.
Tan sólo para olvidar que el hombre,
Destruyéndose a sí mismo está.
Más, ay de mi, pobre diablo,
Que estás líneas escribiendo está.
También estoy perdido en la fantasía.
También busco escaparme de la realidad.