No hay espacio ni tiempo para la perdida del amor eterno...
No hay espacio ni tiempo para la perdida del amor eterno,
cuando oí su voz a través del teléfono sabía que algo no andaba bien, bueno
de hecho lo sabía antes de escuchar su voz,
lo supe desde el momento en que dormido sentí que había otro cuerpo entre nosotros.
Se fue hace poco menos de un año pero siempre dormí junto a ella,
siempre sentí su calor, su amor,
hasta ese fatídico día en el que un cuerpo extraño nos desplazo y
dejamos de ser ella y yo, tu y yo,
soy obstinado y todas las noches trataba de encontrar mi espacio
pero me sentía como esos niños molestos que quieren dormir
con los padres cuando tienen miedo,
sin pensar en que el padre acaba de llegar de un largo viaje
y lo único que quiere es abrazar a su amor y pegarle una buena sacudida y eso que en el viaje había estado de juerga con una veinteañera,
en fin, perdí mi espacio,
sabía que cuando se había ido la había perdido pero es difícil hacerse a la idea,
es difícil saber que lo que era tuyo ya no lo es,
que es de otro.
No se quién es y no me importa saberlo,
no se si es alto, gordo o flaco, puede ser un puto enano,
no me importa,
sólo había algo que me importaba en este mundo de tragedia y miseria
y ya no lo tengo, ya no la tengo,
la perdí, me perdí.