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FINAL y II


Patas Blancas


La cara aun dormida de Alberto está congestionada al terminar el primer sueño de aquella larga noche...........


Alberto sigue soñando, su postura en aquella cama es un poco más relajada, en su segundo sueño va en un carro por una ciudad que no conoce pero que es la misma del sueño donde conoció a Borges, va por una calle estrecha mirando sin mirar las infames colas que no se comparan a las de Caracas, sintiéndose mal por no tener una excusa para odiar este mundo, de repente un antiguo edificio llama su Atención, por su arquitectura y por lo que creyó que era su nombre al leerlo, siguió observando con atención el edificio mientras el carro deslizaba por la calle y ahí estaba, sin querer su cuerpo sufrió un espasmo (tanto su cuerpo dormido como el del sueño) cuando vio una puerta desvencijada de madera pintada en algun momento de azul que había sido abierta hasta la mitad, por el viento se imaginó, y algo la había frenado, ese algo fue la explicación a todo, la visión de la realidad, la victoria del pasado, de las raíces y de la esencia, contra el presente, el futuro y el destino, eran un par de piernas vestidas en un pantalón blanco, rematadas de unos zapatos gastados de color negro, quiso ver mas de esa misteriosa imagen se desvanecía en la ventana, mientras el carro seguía su camino por la calle, le pidió al piloto anónimo que en su vida había visto que parase porque quería abrir aquella puerta, el piloto siguió impávido su camino...............


What goes around comes around


Cuando Alberto se enfrentó a aquel aire nocturno de Caracas, los recuerdos le intoxicaron, su esencia, su destino, su Yo no alterado; Volvió con todas sus fuerzas, aquella primera bocanada de aire cuando nos dan la nalgada, que nos insufla y nos maldice con el destino que nos corresponde, recordó su nacimiento, como creció a veces con su papá, a veces con su mamá, como supo que aquellas torres eran su destino, la puerta que tenia que abrir............. ya va diluido en su carro por la autopista del Este rumbo hacia el Oeste hacia aquellas figuras geométricas y brillantes que lo vigilaban cada vez que clavaba sus ojos en ellas desde cualquier punto de la ciudad en cualquier momento, todas las primeras veces de las cosas que pasaron en su vida estaban acompañadas de su imponente presencia........... Alberto ya avista el letrero de la Autopista que indica San Agustín Norte, San Agustín Sur, Parque Central, sonríe feliz de reencontrarse con un viejo amigo olvidado ...........el destino.


No hay nada más peligroso que el Silencio


Ya estaba en el tope sentía la estructura brillante de las torres bajo sus pies, sentía como el mismo brillaba de alegría, de conocimiento, de haber hallado su vocación, de saber que por fin después de tantos años había tomado la decisión correcta, ni el tiempo, ni las muchachas, ni la muerte de Carola, por fin había cesado el silencio, había escuchado el llamado de su naturaleza, sentía como las congas y guitarras eléctricas de la muerte le llamaban gozosas a la nueva piel, al descubrimiento de si mismo, finalmente va abrir aquella puerta abierta por la mitad y no hay ningún piloto que le impida bajarse del carro ahora tiene el control de la situación ................... mira por ultima (¿ultima?) Vez la ciudad, su dominio y salta.


Cuando Alberto ya no está en este mundo en algún lugar suenan las congas del destino, alguien más las está escuchando.

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