Relataré la historia de un joven venezolano, que como muchos decidieron salir del país en búsqueda de mejoras económicas para ayudar a sus familias, en vista de que las condiciones laborales no prestaban ningún tipo de mejoría en la contribución de un bienestar de mayor amplitud, ni en corto, ni a mediano plazo.
La decisión de fue difícil, dejar a la familia, salir de ese sitio del calor, amor familiar, pero sin futuro. Vender bienes personales y recolectar algo de dinero para enrumbarse en ese éxodo de personas que huyen de una realidad inédita y palpable ante la mirada de un mundo que cuestiona la amarga y visible Realidad de Venezuela un país tan rico en todo tipo de recursos y tan pobre y mal administrada.
Por respeto a la integridad personal no diré nombre, pude ser Juan, Pedro, Miguel, cualquiera. Decidió como punto de llegada el país de Chile, allí con dos amigos duraron como un año trabajando en varios oficios, después de un tiempo decidió con sus amigos probar suerte y tratar de saborear el tan anhelado sueño americano en latitudes más lejanas y ganar más dólares.
Así el alma y el espíritu del joven viajero se apodero de él y sus amigos. Compraron los pasajes de avión y abordaron el vuelo hacia ciudad de México. Un país nuevo desconocido para ellos y culturalmente diferente pero de un fuerte y gran carácter. No pasaron más de dos días y se trasladaron a Tijuana frontera con los estados unidos, allí en caliente en una aventura de tratar de pasar por inadvertidos nadando por la frontera marítima de ese inhóspito país.
Sin conseguir éxito alguno fueron deportados y trasladados a México nuevamente. La locura rindió algunos frutos, consiguiendo un tipo de cita de presentación ante el juez de migración para la visa americana, pero en un periodo de dos meses.
Por infortunios de la vida y así como en el juego de la ruleta rusa al joven le toco la peor parte. Ante la incertidumbre del futuro desconocido, el joven salió a caminar un rato para conocer la zona, pero quién diría que unos inadaptados sociales decidieron robarlo, hacerle daño golpeándolo tan inhumanamente y violándolo haciendo un vídeo vía whatsapp online para que sus otros compañeros lo vieran, así de cínicos y sádicos fueron las acciones de esos inadaptados delincuentes.
El joven no tuvo más opciones que regresar a su país de origen, parte de todo lo que hizo en aquel año en Chile le fue arrebatado y lo más importante, su dignidad, etc. Lo que he relatado es real y me lo contó una fuente muy fidedigna y confiable.
La xenofobia ante nuestros paisanos venezolanos se ha ido acentuando con más rigor y odio en países como Ecuador y Perú es repudiable, esta conducta xenofóbica se ha ido expandiendo a otros lugares del mundo esto es inaceptable este tipo de maltrato sea la nacionalidad de donde sea.
Somos seres humanos de distintos géneros, blancos, negros, no importa el color, la violencia el odio nunca conllevara a nada bueno. Ahora somos un país golpeado duramente en nuestra economía y con muchas necesidades, sin embargo ´´ No hay mal que dure cien años ni cuerpo, ni gobierno que lo resista´´ saldremos airosos de esta mala situación y Venezuela siempre será ese lugar magnánimo, sublime, de brazos abiertos al mundo, con su calor y amor caribeño, y de exuberante paisajes naturales y los más bellos lugares turísticos del mundo.
