Alex Garfunkel 26 de octubre de 2001
Ahí están algunas grandes, otras gordas. redondas, flacas pero ahí están esperando a ser usadas, como barro, fresco, inherente de toda idea o concepto, se unen sin formar nada, falta aplastarlas, martillarlas, atornillarlas, cultivarlas, esculpirlas para que después de un tiempo sean olvidadas, maltratadas, pateadas y escupidas, así son los vocablos, términos, parece que también tienen un ciclo de la vida; nacen, crecen, se reproducen y mueren otras no corren la misma suerte permanecen escondidas, ocultas en un cajón, en una cueva, parece que como si sus dueños se hayan olvidado de ellas o han pasado de moda. Las palabras, cada una con su función, por ahí se deslizan adjetivos que dan sentido a las cosas, sin ellos, parecería que nada tuviera un sentido de pertenencia o de ser, por ahí se asoman los verbos que dan movimiento a nuestro mundo circundante, entra en batalla el sujeto, no sabemos quien es sin las demás palabras, una palabra no vale nada, o lo vale todo. Algunas pasan sin importancia del nacimiento a la muerte sin que no hay registro de ella, no hay inscripción en su tumba, una desconocida total para todas sus hermanas. Otras van pagando la pena de ser engendradas por la maldad, triunfando van por el camino de la bondad. Viajeras, revolucionarias, van de continente en continente, cambiando ideas, conceptos, formas de vida, apoyándose unas con otras para subir al poder, otras tranquilas guardadas, empolvadas, viejas pero sabias.
Pura invención humana, de hombres, que como tal son primitivas, dejarán de ser útiles algún día, no todas las palabras se han escrito hasta el día de hoy, faltan muchas por nacer, por ser usadas y por desaparecer, por el momento lo único que podemos hacer con ellas, es archivarlas en un montón de hojas de papel para que cuando llegue el instante, y sea necesario podamos librarnos de éstas, quemarlas, y volver a empezar; de esta manera la muerte total de todas ellas ocurrirá cuando el hombre quede mudo y sordo, de tanto de tanto soñar; y no hablo de una mudez de boca o una sordera de oído, una mudez de amar y una sordera de no saber escuchar.