Quería decirte que te he extrañado todos estos años y que nunca terminé de arrepentirme el haber roto la relación.
Pero mis labios se quedaron mudos por la sorpresa y el desencanto, porque el tiempo ha hecho su trabajo y ha maquillado la realidad con los recuerdos, al punto de hacerme a tus ojos irreconocible.
Me miraste y aquella mirada vacía recorrió el lugar buscándome.
No quise decepcionarte y salí de allí sin saludarte siquiera...