Suponga usted la situación de dos sujetos que están coqueteando; lo más probable es que uno de ellos sea del género masculino y el otro del femenino, para este ejemplo en específico, ambos sujetos fueron concebidos en “tubos de ensayo”, en recipientes cilíndricos con líquido amniótico, ninguno de ellos lo sabe, sus ombligos fueron añadidos quirúrgicamente después, esto es irrelevante, si lo que queremos analizar es la posibilidad de que se dé una relación afectuosa entre ambos, dado que los factores que pudiesen darse en el periodo de gestación no son relevantes en este contexto. Volviendo al tema, nuestro chico de probeta está conversando con nuestra chica de Erlenmeyer, por su sangre fluye un coctel de hormonas, que le dan la motivación para esforzarse en decirle algo agradable, este entonces apunta hacia arriba para indicarle que el cielo está de un tono azul bastante interesante. Aunque para él esto siempre hubiese sido irrelevante, justo ahora cobra importancia, ella entonces le responderá, ya sea por cortesía o por los efectos que sustancias disueltas en su sangre tienen en su sistema, que de hecho el cielo está de un color azul particularmente hermoso, y que coincidencialmente su color favorito es el azul, aunque en realidad su color favorito sea el morado, paradójicamente, al mirar hacia arriba ambos encuentran a su color favorito inundando el firmamento, él ve ese tono azul con el que estaban pintadas las paredes de su dormitorio, y ella ve ese tono purpura que se refleja en el mar, y que hace un llamativo contraste con el color turquesa de la arena, la luz del verde sol hace brillar un dije con forma de triángulo equilátero que le cuelga del cuello, y que puede rotar, pudiendo quedar colgando de la cadena por cualquiera de las esquinas este tiene tres círculos de diferentes colores en sus puntas: rojo, verde y azul, él lo nota y le pregunta sobre su significado: si es que lo tiene, al preguntarle, estará demostrando interés indirectamente por su portadora, ella le dice que son los colores primarios, él, ignorante, la refuta y afirma que son el amarillo, azul y rojo.
Cuando para ella el círculo verde está en lo alto, para él, este círculo es rojo, Cuando para ella el círculo rojo está en lo alto, para él, este círculo es azul, Cuando para ella el círculo azul está en lo alto, para él, este círculo es verde.
Ella se gira 120 grados en contra de él, no ve el mundo como ella, a ella le habían señalado el purpura firmamento y le habían enseñado que esa sensación que le transmitía se llamaba azul, ellos jamás lo sabrán, jamás sabrán que para ella el cielo es purpura y para él es azul, porque ambos lo llaman azul. 120 grados rotan las puntas del triángulo para que el azul, el rojo y el verde intercambien sus posiciones, 120 grados estaban rotadas ambas cámaras amnióticas entre sí.