Vivimos tiempos duros.
Mucho más con este virus que todos estamos enfrentando. Y que cada día aumenta, y seguirá aumentando como la corrupción política de Colombia.
Nunca nadie pensó, que después de escuchar noticias de un virus que se expande en el mundo, llegaría a nuestro país. todos pensamos lo siguiente:
《¡Haaa, eso es por allá en China!,»
«¡Huyyy que pesar, que cosa tan horrible!.》
Estamos acostumbrados a ver la realidad de lejos, pero hoy no.
Todo está sucediendo, y nos está tocando.
La desesperación por momentos se apodera de nuestra cabeza. Cada día hay más zozobra en todo lugar, el pánico se esparce más rápido que el mismo virus, creando un caos total.
Estar encerrados, es la forma de contener un poco la propagación o, ¡eso dicen! de esta infección que nadie ve.
Dios y la tierra nos pasan la factura del maltrato al planeta, de la forma incorrecta de vivir. En realidad.
¿Cuál es el verdadero virus que todo lo infecta y daña?
Al ecosistema grita y clama por atención, en un mundo desolado que se convierte por momentos en un pueblo fantasma. Dónde solo quedarán los recuerdos de un planeta hermoso.
Este enemigo, nos reunió en casa, obligatoriamente para evitar el contagio y acercarnos más a la familia. saber del otro, vivimos juntos, sin conocernos. No compartimos, no socializamos, no estamos.
El planeta entero ha mejorado su ambiente, la no polución de carros, motos, maquinaria. han mermado los niveles de contaminación mundial. el aire es más limpió y puro cada día, se puede ver el azul de las nubes que hace tiempo eran cubiertas por un manto gris de contaminación.
Los héroes han cambiado su uniforme.
Hasta hace unos días eran los futbolistas y estrellas de Hollywood, hoy, oramos y pedimos qué sean suficientes los trabajadores de la salud, científicos, y departamentos de protección y seguridad. pedimos que puedan contener la propagación.
Llos animales y fauna en varios países y diferentes lugares, han regresado a las calles, ríos y ciudades que antes no visitaban y fue algún día su hogar, su hábitat, que fue robado por el peor virus que existe, y ataca a conciencia. ¡nosotros los humanos!
La cantidad de vehículos en circulación, ruido, máquinas, construcciones que cada vez hay más, todo esto nos ha alejado de la naturaleza, de la verdadera esencia.
La tierra está respondiendo a todo el daño que hemos hecho, se defiende, y, nos enseña el verdadero valor de la vida. No todo es el dinero, no todo es poder y tener.
Hemos desviado el camino y la tierra está respondiendo, y, de qué manera.
Enviando su homicida invisible, llegando a todo lugar, sin mirar estrato ni condición, social, esperando el momento para tocarnos y llegar a lo más vulnerable del ser.
Dejando en ridículo a mandatarios que no saben cómo responder ante esta situación. Que se sale de las manos.
Derrumbando economías que se creían estables.
¡Esta soy yo! La TIERRA, que responde y nos dice:
¡Estoy viva y siento todo el daño que han hecho!