Pasa cada mañana y yo sigo sin tu mirada, cada amanecer la luz apunta ese lugar donde te sentabas a descansar, cada noche la luna por la ventana alumbra el lado de mi cama que solías ocupar. El tiempo me da constantes señales de tu ausencia, de que me faltas en la vida, de que ya no estás más.
Mi corazón aún no entiende lo que mi cabeza le dice sin parar, el día ha llegado, tu partida ha iniciado, el vacío en mi has dejado. Trato cada día de soportar la soledad, de soportar esas ganas de abrazarte y jamás dejarte de mi lado apartar.
Mis ojos te lloran un mar, mi boca tu nombre repite sin cesar, en mi mente tu imagen como una película te veo pasar, mi vida sin ti, se empieza a desgastar.
La armonía que ponías en mi vida cuando estabas aquí, era justamente eso, una vida, ahora que no estás, todo parece una pesadilla, de la cual no puedo despertar.