Siempre contamos doce apóstoles, nunca nos salimos de esa cantidad porque es lo que nos enseñaron desde niños y, eso es lo que transmitimos a nuestros hijos. Como a mí me da por poner en duda muchas verdades aceptadas por todo el mundo, me dio por revisar los escritos sagrados porque, me pregunté, donde hijuemadre está san Pablo, que también lo incluyen los textos sagrados como apóstol de Jesús, es más, hasta tienen su día en compañía y si lo dudan miren el calendario católico; el 29 de junio es la fiesta de san Pedro y san Pablo.
No quiero escribir los nombres de los doce apóstoles que estuvieron en la última cena pero si quiero recalcar que judas Iscariote se encargó de vender al Maestro por míseras treinta monedas de plata y cuando se sintió descubierto por Jesús salió en estampida del comedor, corrió hasta donde los sumos sacerdotes y les tiró por la cara, o por donde les cayera, las malditas monedas; después, para terminar con broche de oro se ahorcó. El año pasado en Envigado, donde estoy viviendo, unos adolescentes chistosos colgaron la estatua de Judas de un árbol frente a la iglesia. Algunas personas se escandalizaron y, en cuanto a mí, me dio fue mucha risa. El párroco, enterado del asunto lo mando descolgar pero supongo que ya estaba muerto, jajaja.
Sigo con el apóstol número 13, Saulo de Tarso, que pasó a la historia como apóstol San Pablo. Este señor era un persecutor de cristianos, ¿cómo la ven? Dicen las malas lenguas que estuvo en el martirio de san Esteban y hasta aseguran que fue el que dio la orden, la verdad no me consta. Lo cierto es que iba un día en su caballo cuando una especie de rayo lo tumbó y una voz desde lo alto le dijo: “Saulo, por qué me persigues? Y ahí mismo le entró una tembladera la hijuemadre y se volvió cristiano. La historia es más larga y detallada y pueden encontrarla en la Sagrada Biblia con pelos y señales, no crean que les esté inventando cuentos. Por derecha escribió varios libros como Hechos de los Apóstoles y muchas epístolas, incluida la que le leen a los pobres pendejos que se casan.
Entonces, para terminar, recuerden que fueron doce apóstoles hasta la última cena y agregar a San Pablo posteriormente. Cuando niño decía que ¿por qué se llamaba Carta a los adefesios una de las epístolas de este apóstol? Recuerden que adefesios son cosas horribles o mal hechas. Coscorrón de por medio me corregían: “es carta a los Efesios gran pendejo” Y de ahí en adelante ya no volví a equivocarme y me volví hincha de San Pablo, el número trece de la selección de Jesucristo.