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Que amanecer más esplendido, mis sentidos están más perceptivos de lo normal, mi vista se pierde en aquella cúpula azul, infinita celestial tan etérea. Majestuoso arrebol de destellos solares anaranjados y amarillos como flores de gira sol, vibran allá en el horizonte lejanos, como si me susurraran que astro rey vestirá su majestuosa y deslumbrante gala caliente y amarilla coronando a la madre tierra en el medio día.
Más allá, veo el bamboleo de las inquietantes sombras que se desvanecen como el humo del café servido en la totuma de la abuela. Aquel horizonte es adornado por cientos de aves que revolotean al fragor de un nuevo día, su vuelo en grupos se asemejan a un vestido suelto llanero danzando en cielo, al vuelo de mariposas al son del arpa cuatro y maraca, ellas cantan de alegría, cientos de melodías en su habitad de armonía.
Los Aroma de amanecer, olor a mastranto, cayena y café, se cuelan con las brisas que revolotean entre las hojas de las arboledas de mango, evocan miles de aplausos galardonando al son del vaivén, un sonido tan melifluo que solo Dios y los ángeles pudieron crear. Aroma de tierra húmeda, aroma de lluvia joven y caritativa rociaran allá en la lejanía la montaña verde vibrante vida y alegría. Hacen gala de sus voces, los gallos que son relojes, perpetuos y precisos, dando en su canto la sonora hora.
La paz, la alegría, en este día, se siente por doquier tan especial, veo todo, tan diferente, tan iridiscente queriendo que el chronos el Dios del tiempo, pudiere andarse lo más lento posible y termine jamás. Pudiese haber algo más ostentoso que un amanecer?
Tan evidente es que el mundo se nos muestra tal como es; en este llano virtuoso puede existir las maravillas que él nos brinda, montañas, valles, palma, esteros, jagüeyes y sabanas. Yo solo soy el artista, el pintor letrado, en mi mente se liberan las expresiones elocuentes de tu extenso epíteto. Mi lienzo tú, mi musa infinita, perceptible, con voz propia, que me habla y se muestra en todo su esplendor, como un ángel de luz infinita, sempiterna, astro parpadeante, lucero del amanecer, lucero del alba, es tu luz mi guía la obra de la madre naturaleza que me muestras todo lo que en ti puede nacer, yo solo soy el instrumento, el pincel un apéndice de tu cuerpo que a través de mis sentidos te puedo conocer.
Enigmática es toda tu presencia la serendipia que me cautivas en la tarde y el amanecer, en ti la vida fluye cual torrente de agua en cataratas del santo ángel y del tobogán de la selva amazónica también; así llega la tarde crepuscular anunciando que la noche vendrá en finas copas de vino tinto embriagando todo el anochecer.
Amor omnia vincit, Ars longa, vita brevis.
RAR/VLP/GUARICO/VZLA