Todavía su eco consigue acelerar mi pulso, aún hay brillo en sus ojos o es el reflejo de los míos siendo tan absurdos.
Fue un largo camino para intentar llegar a un nuevo comienzo, fuimos cargados de rocas que intentaron volcar este sentimiento que nos quema por dentro.
Latimos al son curando heridas en silencio, acariciando el alma con sutileza.
Hubo errores, estás en lo cierto, pero nunca quisieron herir estos corazones.
Navegamos entre confusas ilusiones, preocupados por un desembarco final solitario y sediento de querer querer y no acabar queriendo.
Y tu me dices perdón y yo te digo lo siento.
