En aquellos atardeceres dónde el amor fue naciendo y creciendo día tras día, un amor de verano, su primer amor, ese amor platónico, el que vuelve locas a muchas, sí les hablo de ese amor bonito que alguna vez tuvimos y el cual pensamos que estaría para siempre, pero el que perdimos sin darnos cuenta.
Cómo no seguirlo extrañando si cada día que pasa y llega el atardecer me siento tan sola, sola sin su compañía, esa compañía tan grata que él daba, esos abrazos tiernos y dulces, esos abrazos dónde me daba todo su amor, ese amor que me arrepiento haber perdido, perdido por una aventura, si ese se le puede decir aventura la cual pensé que sería mejor compañía, pero me equivoqué, y hasta hoy en día me sigue remordiendo la conciencia.
Extrañarlo si han pasado 4 años y todavía te sigo soñando, todavía te llevo en mis pensamientos, y si se dice que eso no es amor entonces ¿qué es? Si cuando miro la luna todavía pienso en lo que estaría haciendo, quizás necesite buscar una ayuda para poderte olvidar, pensé que el alcohol borraría tus recuerdos, pero me equivoqué de elección, solo empeoro todo.
En mi soledad agarro mi teléfono y quiero marcarle, a veces siento que necesito escuchar sus últimas palabras, aunque sea un suspiro, eso me haría feliz, volverlo a sentir tan cerca de, pero tan lejos de mí.
Si la vida me permitiera volver a nacer y volverlo a conocer juraría una y mil veces que no lo perdería por nada del mundo. Ese hombre tan apuesto, guapo, elegante, que todo se le quedaba bien, ese que me demostró su amor, que no le dio vergüenza presentarme a su familia, ese que se quitaba su chaqueta para cubrirme, ese que me ponía en primer lugar, ese hombre de ojos bonitos, ese que todavía me sigue trayendo loca de amor por él, ese hombre por el cual me arrepiento haber perdido, ese hombre por el cual lloro en mis noches desiertas, a ese que con solo una mirada y una sonrisa me decía lo bella y cuánto me amaba.
¡Ese hombre que no podré olvidar nunca! Al que le pido perdón por haberle fallado. El protagonista de mis noches tristes.
Al que no puedo olvidar.