He publicado nuestra clase del 42 en un diario que habla de Roma. Y respiro sentada sin más opción, junto a una pragmática vista que empaña mis ojos. Empiezo a escribir sujeta a una fotografía mientras la sepia destila su color, no se ve nada. No importa, ya no, porque he dicho que no importaba,así cuando el mar perdió nuestra postal. Sabes, culmine mi cátedra y algunos cambios fueron la continuación de perforaciones, no me dejaban en paz. Tal vez si supiera, seria fácil llorar sin filtrar el sentimiento una y otra vez.Sugeriría consultar los diversos rasgos, trabajar en Pamplona, viajar por América y leer cada nobel, dejaría ser importante a lo universal.Y a lo largo del tiempo incluiría algunos nombres. A lo mejor, me enamoraría del joven poeta que escribió a Rilke mientras escriba unas cuantas cartas para mi...Y si supiera por primera vez utilizar del pasado mis escritos, no dudaría declinar la serenata en Berlìn y llenaría de versos al hielo descongelado para que de calor al silencio que ya no soporto. Maldita sea,déjeme decirle que si supiera vivir no duraría ni un segundo aquí. Permitiría a las vibraciones de mi voz gritar que ya no necesitan al joven poeta para amar. Si supiera que he sido todo, si lo supiera.