ESCRITORES Y LECTORES
Todos bien saben qué para escribir solo resta tener que decir y la voluntad perpetua de decirlo, por ende, afirmo que toda persona con capacidad de escribir o leer puede, incondicional a su estado, escribir lo que piensa o desea, aunque, sin lugar a dudas, el proceso es por mucho, aún más complejo, de lo que suena.
Fluyen por nuestras venas los recuerdos permanentes de los sueños que en su mérito aún no se han perdido, columpiándose entre las nubes de deseos, de estrellas fugases, de lámparas mágicas, como un cuervo que toma vuelo al alba de la imaginación, tan natural como cualquier otro fenómeno que nuestros ojos aprecian y admiran con desdén, y tan necesario como el mero hecho de respirar, así prevalece la vida de quien con rigor abraza el edén del arte, de la vida misma.
Buscamos que cada frase este cargada de sentimientos, tan espontáneos como las emociones lúgubres de una viuda, y que logre trasmitir el irresistible amor con otorga el romanticismo de una pareja joven, detallado como las piezas de arte de un profesional carpintero, lograr un fino y elegante acabado, y con la sensatez de haber dejado a merced de los lectores, una parte de su alma plasmada en un hoja.
Soy Escritor, o no, no sé lo que soy exactamente, definir ello me llevaría a desilusiones y además me limito, y no lo haré, un escritor jamás tendrá limites, no reconoce en su dialecto el miedo a expresarse ante las adversidades, por ello no se detendrá jamás la pluma, no por: los idiomas o ideologías, las culturas y etnias, doctrinas y política, a las banderas, fronteras, prohibiciones, que puedan detener su derecho a la libertad incondicional de expresarse, de cierto modo, considero desde mi punto de vista, que aquello de no poder definir mis limiten es placentero, ya que me incita a seguir con los pies en la tierra cuando sueño despierto.
En ocasiones mis pensamientos vagan a la deriva dentro de mi mente, sin un orden concreto, sin nada que detone la implacable inspiración esos momentos en los que un destello de imaginación se extraña tanto, es algo tan normal y ciertamente susceptible de acuerdo al estado emocional que subyugue la llama, pero cuando la iluminación llega, sin ningún aviso, se puede estar tomando una taza de té a solas, con tan solo la compañía del silencio, o mientras orientamos una conversación con alguien, convirtiéndose en una melodía artística digna de alimentar las mentes, todo se vuelve tan claro que las dudas que se pudieron tener en un principio, ahora parecen tan solo un juego de niños.
La inspiración puede llegar en cualquier momento, sin dar avisos, cuando menos te lo esperas, puede que sea a la madrugada, o mientras preparas una sorpresa para tú familia, esta se verá influenciada en el estado de ánimo, las emociones y sentimientos que en ese momento se encuentren dentro de ti.
De esta manera, oscilamos en un vaivén de experiencias que enriquecen nuestro concepto del mundo, de ser así, y no doy una afirmación concreta, sino más bien de naturaleza ambigua, como mi abuelo recuerda a mi bisabuelo, era inspiración con dos piernas trazando mapas de recuerdos, emociones con dos ojos describiendo relatos, y voluntad con una boca, huevos para escribir, que verraco.
-W. Benjamin
En Colombia a partir de la Ley 23 de 1982, Con la expedición de la Decisión Andina 351 de 1993, Registro Nacional de Derecho de Autor. (artículo 6 Ley 44 de 1993).
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