El horizonte está brisando
hacia las ruinas de mi barrio,
y en la ventana estoy yo
en Agosto a las cinco de la tarde,
más solo que nunca.
*
Hoy en las cometas
vi mis sueños de libertad,
y me invitaron a volar
como en la infancia pasajera,
siempre me dio miedo.
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Las nubes rozando antenas
con fondo en azul eléctrico
se quemarán al ocaso
como mis esperanzas
de acogerme en la amabilidad de
un abrazo.
*
Reclamo fantasías
de mi presente juventud,
para sentir mi existencia
y un poco de ilusión
revoloteando en mis ojos.
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Hago parte de la tarde
que hace de mi soledad una sonrisa,
el anhelo de sentirme vacío, porque
nunca tuve nada
y nada extraño;
y cómo es de vibrante la vida
que a pesar de mí
decide sonreír entre la música y los juegos de los niños, para atrapar
un poco del tiempo que se va.
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