Por ningun ser habitada,
Llegó una vez un barco,
Que gente a bordo llevaba.
La gente alegre se puso
Cuando tierra por fin vió,
Desembarcó ahí,
Y cayó en su embrujo,
La cuidó y la cultivó,
Se consolidaron ahí.
Algún tiempo después,
Otro barco a la isla arivaba.
Traía más gente y
Máquinaria pesada.
Torres, castillos.
Modificaron el terreno
A su menester.
Talaron árboles
Y desviaron ríos,
No pararon ahí
En su afán por vivir bien.
Pero la tierra quedó resentida,
La heridas de las máquinas se pueden ver.
Los ríos desviados daños causaron,
Y lo deshabitable, volvió otra vez.