Cada minuto, cada instante disfrutado como único, cada sonrisa tuya sentida como mía, identificada a mi.
¿Cómo responder al reflejo de tus dedos entrelazados a los míos?, casi tímidos, casi fríos, casi ausentes, sin embargo llenando de calidez el extraño tiempo de acercarme a ti.
Hoy me he permitido soñar despierto y me has permitido vivir soñando, hoy, por un instante, por la duración de una sonrisa, fuimos ambos uno solo.
Latiendo al unísono un par de corazones esquivos al reflejo de un dulce juguete consentido.
Hoy, el sol radiante me ha regalado (como en mis sueños), tu frágil y dulce presencia cerca mío, muy cerca mío.
De todo tengo un recuerdo: de tu primera mirada, tu primera sonrisa, tu primera ternura, tu primer cariño y el ir conociéndote cada momento en todo aquello que ha llegado a mi vida desde que te conocí.
Hoy, he sido feliz y mucho...
FIN