esa historia archisabida,
esa historia repetida,
ese tu mundo al revés.
Deja ya de atormentarme
con la muerte de tu vida,
con tu libertad perdida,
con lo oscuro, porque sé
Que la vida nos empuja
a aceptar lo inaceptable,
a sufrir lo interminable,
a perdernos en la duda,
a renunciar al ayer
y te obligan a aceptarlo.
Te hacen firmar un contrato
con el miedo y la ansiedad.
Te rodea la miseria,
te controlan con el paro
y tus principios de antaño
se pierden por la ciudad.
Y la vida nos empuja
a aceptar lo inaceptable,
a sufrir lo interminable,
a perdernos en la duda,
a renunciar al ayer.
Eres hijo del cemento,
de los hierros retorcidos,
de los muebles carcomidos,
de la calle y del bar.
Atrás han quedado el viento,
la playa, los amigos.
Todo eso se ha perdido,
ha llegado a su final
Y la vida nos empuja
a aceptar lo inaceptable,
a sufrir lo interminable,
a perdernos en la duda,
a renunciar al ayer.