Los muros envejecidos
indiferentes cubren
el cadáver de mentiras rotas;
detrás un poco más
allá del horizonte
algunas voces
masticando verdades
Alguien deja caer su cuerpo
huérfano de ropas,
sobre trozos de
espejo roto;
a su lado la sombra delgada
del tiempo copula
amigable con el
fantasma de sueños
rotos.
Namid A
(Febrero 04 de 2.009)