Mi ángel de la guarda parece que ese día dormía
Mi ángel de la guarda parece que ese día dormía
Moví mi cuerpo al compás
Del filo del acero
Que asechaba mi vida
Punta puntiaguda que querías
En mi sangre caliente
Depositar tu ardor
Y la doña muerte miraba desde la esquina
Con su sombra grande oscura pero fría
Moví mi cabeza por un instante
Para encontrar la otra esquina sola y distante
mi ángel de la guarda parece que ese día dormía
Batalle como soldado sin adiestramiento
Delante de un cruel verdugo de lo ajeno
Sentía su respiración fuerte y caliente
Y la mía se hacía cada vez más fría
Crujió mi carne y se adentró el acero
El soldado enemigo ganaba la batalla
Mis brazos ya me pesaban
Y desterrado a mi suerte él me despojaba
De todo lo que poco y nada
Quise buscar la forma decente
De morir tirado en el húmedo cemento
Pero mi cuerpo yacía como marioneta
Con sus hilos cortados
Vi mi pie sin su calzado
Mi camisa blanca bien plancha
Era una acuarela de sangre
Tanto que le saque lustre mis zapatos
Tanto que lave mi única camisa
Pasaban las horas o minutos
Y la gente empezó a adornar las calles
Me miraban y no hacían nada
Yo parecía un indigente
Un pobre hombre que moría
Ese día me podría haber quedado dormido
Ese día me podría haber quedado dormido
Ese día me quede dormido.