Visité con tristeza la casa vacía
mirando sin verla escuchaba sus pasos
En cada rincón quedaron recuerdos
mudos testigos del pasado mío
Sentía en mi nuca su mirada alegre
su voz apagada ya no la tenía
El cardenal es su fiel testigo
alegrando las mañanas con su dulce trino
El sillón de mimbre ha quedado solo
cuántos momentos supo cobijarlo
Es difícil expresar en letras
ese sentimiento del nido vacío
Me miro en las fotos cuando era niño
que fuerte que eras, viejito querido
Te pido perdón por ser tan curioso
solo un ratito profané tu mundo
Ingresé despacio, por si estabas dormido
no quería recordar lo de tu partida
Vuelvo mañana, perdón mi viejito
sólo quería escuchar el silencio