Llego a ti como el pan para el vino
ese sabor agridulce
conquisto tu paladar;
las palabras desvanecían
y los actos acrecentando... sucedían.
Su comida eran alegrías,
su sueño de noche eran mas que caricias,
y al amanecer de nuevo su calor los unían.
Los momentos eran nacimiento día a día.
La tristeza no existía...
por su locura apasionada
solo cada momento lo vivían.
Las mentiras junto a las envidias,
al sentir su afecto morían…
y sabían que así la única forma
de que el amor jamás moriría.