Han pasado once mil setecientos cincuenta años desde la fecha de los hechos y, para la mayoría de los estudiosos del tema, existen muchas lagunas en cuanto a las declaraciones de quienes se dijeron –En su tiempo. Los dueños de la verdad y, eso mismo, ha dado pábulo para que grupos de disímbola idiosincrasia se proclamen los verdaderos custodios de esa huidiza verdad. Desde el principio, jamás ha habido un acuerdo unánime al respecto, por lo que la polémica sigue su curso. Existen en el mundo tres corrientes antagónicas que reclaman para sí la autenticidad de sus teorías. Una de estas señala lo siguiente.
El lugar donde hasta hoy siguen las almas de los condenados esperando ser transportadas al otro lado de la Laguna no es el lugar original, éste, se encuentra a setenta y un kilómetros al Norte, rodeado de una tupida arboleda donde las almas se protegían de los rayos del Sol mientras esperaban el retorno de la barca en cada uno de sus viajes. Si bien, el río de los infiernos y por ende, la Laguna Estigia han desaparecido, todas las características del entorno del río de los infiernos antes del diluvio, son similares al lugar que estos eruditos (Según ellos) señalan como el lugar original de la laguna y –prosiguen. Si se llevasen a cabo investigaciones a fondo por estudiosos capaces e imparciales –Aseguran. Les daría a ellos la razón.
La segunda corriente, asegura que el lugar exacto donde se encuentra el río y la laguna, solo está a cuatro kilómetros y medio del lugar que hasta hoy siguen ocupando las almas y, para ello, señalan que, aún queda un pequeño farallón en medio de un riachuelo, resto de lo que fuera la montaña donde estaba la gruta que conducía a los infiernos.
La tercera corriente y la que se considera la más acertada es la siguiente. En el lugar donde se encuentran las almas condenadas, hay un hoyo profundo del que sobresalen unas gruesas raíces petrificadas de hasta seis pulgadas de espesor. Aseguran quienes concuerdan con esta teoría, que las citadas raíces pertenecen al milenario árbol donde Caronte aseguró la barca y, que la hondonada que formaba la Laguna Estigia y el cauce del río, fue cubierta por los sedimentos que arrastraron las aguas durante el Diluvio y, además, a cien metros de este lugar hay un inmenso círculo de azufre burbujeante que, precisamente, es la entrada a los infiernos pero, si se logra excavar en el lugar preciso, aseguran éstos teóricos, volverá a resurgir en toda su anterior grandeza el río de los infiernos y con él, volvería a formarse La Laguna Estigia. Todos estos grupos de eruditos se han dedicado en forma por demás denodada a demostrar la teoría en que cada grupo cree, Sin embargo, hay una interrogante cuya importancia no deja lugar a dudas, y que se relaciona directamente con esta cuestión y que nadie a formulado hasta hoy. ¿En dónde está Caronte, El Barquero de los Infiernos?