Este cuento es en primera persona, pero tiene la dificultad que el lector deberá leer en parte pensamientos de la protagonista y en partes palabras que emite en voz alta. Es muy localista. Esta personificado en gentes de las zonas rurales de mi país, quienes tienen una forma especial de expresarse. Espero les agrade. Le tengo gran cariño a este relato. Saludos. |
Otra vez lo mismo, este Olegario que no vuelve y eso que le he dicho una y mil veces: No quiero que venga tarde. Con lo que me cuesta encerrar sola a la Mara!. Vaca mañosa, si le pegás con la varita se queja, pero por las buenas nada!, ni quiere entrar al corral. Es una sabandija!, no se parece una vaca.
Y aquél meta baraja y tinto. Encima la tranca del corral toda floja. Cuando se ocupará este Olegario de arreglarla?. Esta hecho un abandonao últimamente. Antes no era así, ¡como me lo recomendaban la Maria y Doña Clara!. Es buen hombre, responsable y cariñoso; pero ojo, se sabe hacer respetar él.
Es un buen partido Ñata, también sabe trabajar. Igual me iba a casar con el, lo quiero tanto.
Cómo ha cambiado!, sale a la mañana trabaja y después al boliche. Así viene pues, cansao dice, pero no de trabajar!.
Ya las gallinas están en las ramas, esas si que no fallan!. No tienen reloj pero la hora de dormir sí que la saben, y bien comidas las zanguangas!.
Y el Braulio?. Habra ido al boliche?. Espero que no. No creo, bah, no sé. No debería ir. Ojala diosito no deje que vaya.
Como se tarda mi Olegario!. El tata lo aconsejó bien a él. Pero no hace caso; y eso que el tata sabe bien como son las cosas, pa eso tiene muchos años. El los conoce a todos.
Deja de ladrar vos!, negra catinga, no ves que es un sapo?; parece que nunca viste a uno. Andá a correr cuises pues, por lo menos si trajeras alguno podria servir para algo!. Ni servis ni para ganarte la comida, ni la Mara te respeta ya, la tengo que entrar sola al corral. Y ultimamente vos también, te vas todo el dia a revolotear por ahi. perseguida por una fila de perros. Y claro, es tu tiempo de amoríos, a mi que me parta un rayo!, sola todo el día.
Se me van a pasar los choclos, no se cuanto hirvieron ya.
Y mi Olegario que no llega? Le he pedido que no lleve mas su cuchillo, pero el siempre sabe lo que hace!. Pa qué lo quiere?.
Que viene por alla?. Me voy a poner bajo la sombra del sauce para ver mejor.
Es un caballo oscuro. Que despacio viene!. La sombra de los árboles del camino lo oscurece mas, pero ya sale, si, es Olegario, por fin!.
Apurate Olegario! ya esta lista la comida! Que pasa, no tenés apuro vos?. Hace rato que estoy mirando de la puerta del rancho y no te veia. Estaba preocupada, pero bueno ya estas aqui. El oscuro te trajo tranquilo, pero por lo menos ya estas aqui. Por que te parás? Bajáte nomás, levantá un poco la cabeza. No te preocupes, tu china no te regañará, por que sabes como te quiere!. No me importa la baraja ni que vengas algo mareao a veces. Sabés que siempre te perdona. Por tonta nomás.
Pero no te caigas del flete! Menos mal que te atajé, sino te das un porrazo!. Y esas manchas en la barriga? No me digas que el Braulio fue al boliche?
Aflojate un poco más, yo te voy a sostener. Por qué me pedís perdón?. Tte llevare a la cama. Pobrecito!, ha visto que el tata se lo advirtió?. mire cuanta sangre. Mire su cuchillo, todo ensangrentao también!, hábleme mi amor, dígame algo, ayúdeme!. No ve que no puedo con su peso?. Tata Dios ayúdeme usted!. No ve cuanto lo necesito...