Aparece de pronto, descarriada, mágica presencia, inicio.
Pero no viene sola, detrás llega un suspiro, un nudo en la garganta, un estremecimiento y la angustia que se ha hecho sentimiento.
La lágrima sale de mis ojos en fuego y rueda por mi reseca mejilla. Es tarde en la noche o temprano de la mañana, quien sabe, el limbo del tiempo la recibe, aunque el pensamiento no reconoce su llegada, solo está allí y es mas veloz que el entendimiento.
Lágrima furtiva, explosión de un sentimiento ni siquiera conocido. ¿Cómo es que apareces sin previo aviso?, mirar no he mirado nada que te haya provocado, pensar no he pensado en nada que sea tu motivo, mi mente vagaba en la nada antes del sueño que no llegaba y e aquí que apareces sin previo aviso.
Me aturde tu llegada y la compañía que llega contigo, ese suspiro, ese nudo que me asfixia y la angustia que no he reconocido. Quién eres, lágrima extraña, de donde vienes cuando no se te llama. Qué quieres decirme que no entiendo tu llegada.
El sueño sin aparecer se ha ido, solo trato de entender tu presencia y es fatal que ahora no seas la única. Se ha desbordado un dique y no lo entiendo. ¿Qué guarda el pensamiento que de pronto es ajeno a mi mismo?, ¿de donde sale esto que la sobriedad de lo cotidiano ha olvidado?, no lo sé.
Detengo todo a manotazos, me enfurezco conmigo mismo, no es propio, no es digno.
Buscaré el sueño nuevamente, es hora de dormir, mañana toca vivir, toca seguir, toca volver al mundo que odia debilidades, que condena las lágrimas al ostracismo, que pide y exige fortalezas dignas de cuento y recuento.
Quien sabe si al despertar encuentre la razón de la lágrima o la ignore y olvide como parece que he venido haciendo quien sabe desde hace cuanto.