Como no enamorarme de aquellos rulitos,
que jugaban sobre tu frente.
De tu mirada pícara, tímida, pero muy vivaz.
Mi insistencia de verte todos los días.
De esperar ansioso el fin de semana
con la fuerza de la planta que quiere nacer.
Juntos compartimos momentos muy lindos
grabados en mi memoria.
Pasan los años, pero no cambió mi forma de pensar.
Atrás la fuerza de la juventud, hoy peinando canas
Talvez algo rebelde, con la experiencia de años vividos
Pero todo sigue igual
Como cambiar el recorrido de un río,
el sonido de una campana, el color oro brillante del sol,
de la misma forma mi amor no cambia, y no cambiará jamás.-