Cuando el tiempo se deshace entre las horas
Como siempre, llegó hasta mi alcoba
La doliente del rostro atormentado
¿Qué te pasa? En tono dulce murmuró la muerte
contemplo en tus facciones un gesto desolado
tu amiga siempre he sido, platícame tu suerte
quizá en mi consejo encuentres el alivio
me duele tu tristeza, me duele tu martirio
Ya no quiero vivir, le dije, estoy cansado
De esta vida miserable que atormenta
Las entrañas de mi alma y que revienta
Mis sentidos al verme encadenado
A esta vida, de eterno condenado
Mi vida ha transcurrido por la senda
Que un destino burlesco a señalado
Sin un alma que a mi alma la comprenda
Como un perro sin dueño, ¡Abandonado!
Es mi vida un rosario de amargura
Que desgrano en mi ruta paso a paso
Soy un paria nacido del fracaso
Que jamás a conocido la ternura
No conozco el amor no he sido amado
He llorado y no he sido consolado
Jamás he conocido por esta vía funesta
Ese amor que pregonan los poetas
Cuando he amado he sido malherido
Y es tan grande mi dolor y mi tormento
Que reniego de la vida y solo siento
El haber sido a esta vida concebido
Las flores para mí son solo flores
Su fragancia me pasa inadvertida
No me importa el cielo, el Sol ni sus fulgores
Ninguna estrella para mí ha sido encendida
Soy un Ente que vive solitario
Soy un alma en el limbo, ¡Confundida!
Dime entonces, si es este mi calvario
¿Qué esperanzas abrigo de la vida?
El llanto por mi rostro resbalaba
Cual cascada salina hacia el abismo
¡Calla! Me dijo tristemente la enlutada
no concibo el soportar tanto martirio
y, mientras mi llanto con sus manos enjugaba
sentándose a mi lado, lloró junto conmigo