Que la noche no descubra
tu imagen en mi pienso
que son horas perdidas de sueño
atormentado en silencio.
Que la mañana no ilumine
de uno a uno tus pasos
que te graba mi mirada
la cadencia de tus brazos.
Y entre cadencias muero
al descubrir tus caderas
infierno y cielo
que mi pecho anhela.
Te pienso entre las horas
que pueblan mis días
te pienso entre la niebla
que mis sueños suplican.
Te tengo en mis fantasías
imaginada y rebelde
sumisa y atrevida
solo mía por siempre