Hasta al día siguiente no le encontraron, fue la asistenta cuando fue a limpiar su habitación, al principio creyó que estaba dormido, pero se extrañó que llevase la ropa del día anterior y no se hubiese quitado los zapatos, lo llamó suavemente.
-David despierta.
Al ver que no se movía y estaba frío llamó al padre alarmada temiéndose lo peor. El padre llegó alterado.
-¡David! ¡Levántate inmediatamente! Hoy tienes un examen y vas a perderlo, tienes que traer un sobresaliente, un diez. ¡Que te levantes de una puta vez!- le dio la vuelta y se encontró a su hijo muerto.
-Vallase, llame a una ambulancia- su voz ya no sonaba como antaño, apenas la tenía.
Vio un pequeño papel en la cama, lo cogió y leyó:
ENHORABUENA PAPA, HAS SACADO UN DIEZ
FIN
María del mar San José Maestre
Rota, 10 Enero 2000