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Piezas juntas

Ya en la fría sala forense, y con ese olor peculiar del formol que te hace estornudar y que se siente en el pecho como se congestiona, están cuatro individuos, casi todos con la esperanza de hallar algo, tres de ellos vivos, y sobre la mesa Ricardo Gil, la posible víctima de Leonor Castilla.

-Doctor Gutiérrez, Comandante Héctor, tengo que informarles que se encontró en este cuerpo, rastros de pelo y huellas digitales de la señora Leonor Castilla.

-¡Como es eso posible!, el cuerpo estuvo muchos días en el agua.- Preguntó el doctor Gutiérrez.

-Lo curioso es que el pelo quedó almacenado en una bolsa de su ropa y ahí se quedo unido a la fibra de la chaqueta del señor Gil, pero bueno eso no es todo lo relevante, voy a levantar la sábana y quiero que vean la cara del cadáver quizás les recuerde algo a ambos.

El doctor Gutiérrez, se quedó atónito, después de que el doctor Domínguez alzó la sábana que cubría el cuerpo occiso Ricardo Gil, para Héctor simplemente era un punto más para su teoría, porque la cara de Ricardo Gil, era la misma que la de los chicos en coma, los mismos ojos grandes, las pupilas ennegrecidas, dilatadas, y los labios amoratados.

- Señores, puede ser una epidemia- agregó el doctor Gutiérrez.

-No lo creo –afirmó Héctor con seguridad- doctor Domínguez: ¿Investigó algo de lo que le faxee?

-Mi esposa es bióloga y tiene una especialidad de plantas raras del brasil y otras plantas exóticas, mandamos los dientes a examinar, algunas muestras de piel y cabello. Además, mi esposa recomendó los antígenos especiales con los que se podía encontrar una posible intoxicación, probablemente encontremos algo, no se impaciente los resultados ya están por llegar ¿Trae usted algo en mente señor?- preguntó el médico forense.

- Quiero reservarme mis opiniones.

- Señores, creo que estamos exagerando que tiene que ver este viejo cuerpo con la señora Leonor, yo mismo he sido testigo de lo buena persona que es, además….

-Doctor Domínguez, las pruebas están listas, tenga los resultados.

Héctor miraba fijamente ese sobre, ahí podía estar el pretexto para poder mandar a la cárcel de una buena vez a esa mujer, ese sobre era la esperanza de justicia de muchos chicos y quizás, porque no, la cura de los jóvenes en coma. El doctor Domínguez fue el encargado de abrir el sobre y fue él quien comenzó a leerlo, su gesto lo decía todo, primero una sonrisa se dibujó en su rostro, seguida de un rictus de seriedad, de cómo quien está algo indignado, pero con la esperanza de que hay un camino por donde seguir.

-Bueno Doctor Gutiérrez, Comandante Héctor, tengo que decirles que los resultados de los exámenes que me mandaron son positivos, 1 de los venenos y a 3 de las plantas que me propinó el comandante; sin embargo, estoy sorprendido, ¿Cómo consiguió usted esta infamación? Inclusive mi esposa me ha dicho que la son únicas estas plantas en el país, llamamos al invernadero para confirmarlo y solo hay una persona que compra ese tipo de plantas, en este lado del continente ¡Imagínate!.

-Sí lo se y que bueno que me lo dices, eso es la prueba definitiva, para que mi sospechas sean ciertas, Doctor Gutiérrez, hable por favor con la esposa del Doctor Domínguez y que realice las pruebas a los jóvenes, tratando de encontrar estos venenos y la intoxicación por estas plantas, mientras yo voy a ir a empezar a redactar la orden de aprehensión.

-Señor comandante, está seguro de lo que usted dice.- afirmó el doctor Gutiérrez.

-Claro que si doctor, imagínese son los mismo signos, el mismo rostro. Ya tenemos a la asesina.

-asesina, ¿Dice usted?

-Espero su llamada doctor. – Finalizó el comandante Héctor la conversación-

Así sin pensarlo dos veces, el doctor Gutiérrez llega al hospital Ángeles donde las muestras de sangre de los treinta jóvenes ya están listas para ser examinadas, inmediatamente da la orden a sus colegas con una lista rara de reactivos, propinados por la bióloga de Domínguez para encontrar intoxicaciones, todos atónitos por la lista, entre dudas e incertidumbre se realizaron las 30 pruebas solicitadas, el resultado, todos los jóvenes presentaban intoxicaciones por esas plantas y venenos de serpiente, una de las personas que realizó la prueba, dijo, que algunas plantas ya se habían intentado buscar su reactividad para ver si había algún tipo de intoxicación y los resultados habían sido negativos antes; no obstante, con la combinación de reactivo que había dado eran positivas. La esposa del doctor Domínguez, agregó que estas plantas, como muchas otras cosas en la vida, son más que un remedio, son un arte, si la planta se combina con otras y se dinamiza, adquiere otras propiedades, mutando totalmente su genética y por lo tanto haciendo difícil encontrar su intoxicación. Inmediatamente, después de saber los resultados, Gutiérrez, indica a Héctor el resultado de las averiguaciones. Héctor, ya estaba listo, con un grupo de agentes y la orden de aprehensión en contra de Leonor Castilla, para cuando recibió la llamada del doctor Gutiérrez, él ya estaba afuera de la mansión Ibarra, únicamente listo para actuar, así de golpe Héctor entró a la mansión forzando la puerta ya que nadie salía a abrir, todo un cuerpo policiaco se desplegó rápidamente para que ocupar toda la mansión; sin embargo, en el patio nadie estaba, en la zona de la cochera tampoco, mucho menos en el jardín de atrás, así de un portazo entraron en la primer planta , la cual estaba igual de desierta, ni el mayordomo, ni la ama de llaves, nadie estaba ahí, absolutamente nadie, Héctor sabía que algo estaba mal, en el aire se respiraba un aroma extraño, parecía el olor como a una hoja de un cítrico. Además, era algo denso respirar ahí adentro, después de haber asegurado la primera y segunda planta solo quedaba la azotea de la casa y así con su muy peculiar y ordenada formación, todo el cuerpo policíaco se enfocó en subir a la azotea, cual fue su sorpresa, ahí al fondo de la azotea parada sobre la cornisa del techo de la casa, estaba Leonor y en el techo de la casa, estaban los cuerpos de su esposo, hijo y los cuatro mayordomos que laboraban en esta, todos formaban un hexágono, en el centro de ellos se podía observar una serie de veladoras, todas formando un espiral que rodeaba en el centro , a la figura de un ídolo, de rostro angelical pero de cuerpo demoníaco, todo parecía ver que se trataba de algún ritual tribal, de alguna parte de la región, ya que a Leonor o más bien Carmina , por primera vez se le veía con el pelo suelto, esa larga cabellera , castaña toda lacia y bien aseada, su indumentaria también había cambiado, su vestido ahora era negro de una sola pieza, con una especie de grabado con figuras extrañas , las cuales impregnaban todo menos paz.

-Señora Leonor Castilla, está usted arrestada, por el intento de homicidio de 30 jóvenes y por el homicidio de Ricardo Gil , ciudadano de esta ciudad.

-Mmmm, si lo se, mi dios ya me había avisado que esto iba a pasar y ya te estaba esperando, veo que fuiste muy astuto en atraparme, debo confesar que también no cualquiera lo hubiera hecho. Sin embargo, te tengo una buena noticia y una mala. Imagino que quieres saber la solución para salvar a los 30 jóvenes. Ah, por cierto déjame decirte que solo les resta dos días más de vida, antes de que lo que les inyecté sigilosamente, mute a otro tipo de veneno mortal y comience a carcomerle los órganos y se empiecen a pudrir por dentro. Te lo comento para que lo tengas presente en lo que ahorita te voy a decir: Héctor, bueno si te puedo llamar así, o quizás cuñado, porque sabes, yo fui la que maté a tu hermano y nunca …..

-¡Cállate!, arréstenla oficiales, está delirando.

-Mira Héctor, antes de que cometas una tontera, yo misma me e inyectado una fórmula que me matará instantáneamente en cinco minutos más, a mi lado derecho como puedes ver está una libreta, ahí está el antídoto que revertirá casi como magia, el veneno que les inyecté, solo que falta un ingrediente, y sin ese ingrediente, la fórmula no tendrá éxito, ya que tiene que ser toda preparada en dinamización homeopática, si no va la formula tal cuál al pie de la letra, el efecto no será el deseado he. Yo solo soy la que conoce el último ingrediente y te lo daré si me haces un favor. Pero no aquí.

-Y como puedo confiar en ti, si tú eres una demente, oficiales ¡Arréstenla!.

-¡Alto oficiales! Escuchen esto, yo se que tú tienes una esposa ¿No? Por si no lo sabes a ella en lo que tú estuviste fuera de la ciudad buscando pistas, yo le he inyectado el veneno y perderá a su hijo, que tanto han deseado en la noche de hoy.

-¡Estas mintiendo!!!!!!!!!

-Eso es lo que tú quieres creer, mira ahorita en estos momentos va a sonar tu teléfono móvil, diciendo que se llevan a tu esposa al hospital Ángeles, porque tiene los mismo síntomas que los chicos que mande a coma.

Casi como una pitonisa fue la voz de Leonor, pues en esos momentos, la suegra de Héctor, quien se quedaba a cuidar a su esposa, le estaba dando la mala noticia de que su esposa, también había manifestado los síntomas del caso ángeles. Sin nada que hacer Héctor se ve en una encrucijada en su vida, la vida de su esposa está en peligro y todo lo que ha dicho Leonor es cierto, lo cual quiere decir que ella va a morir en menos ya de 2 minutos.

-Leonor pero ¿Qué quieres que haga?

-Mira en el frasco junto a la libreta hay dos frascos, en el primero si tu te lo tomas entrarás en un estado de coma similar a los de los 30 jóvenes y tu mujer solo que con la ventaja que tu mente va a ir al mundo de los muertos, donde yo voy a estar y te daré instrucciones para que encuentres el otro ingrediente y salves a todos, junto a este frasco, hay uno rojo, en este rojo está el antídoto, para tu esposa, solo que tiene 2 horas de duración, es suficiente para que te despidas de ella, es mi regalo, por haberme descubierto, ojo, aunque trates de investigar la fórmula nunca vas a dar con ella, porque también es preparación homeopática y en homeopatía nunca se hayan los ingredientes, ya que es una frecuencia dinámica lo que la gente ingiere, así que por más que recorras laboratorios del mundo solo encontrarías agua y un poco de alcohol. Bueno a mí, ya no me queda tiempo, me despido la decisión es tuya.

Acababa de completar su frase cuando Leonor se desmayó y cayó por la cornisa de la casa, descalabrándose y dejando un regadero de sangre por toda el patio.

-Señor, en verdad le va usted a creer a esta loca, mire como acabó- agregó un policía que había visto y escuchado todo por su posición de ataque en la que se encontraba.

- Creo que no tengo otra alternativa, tengo que tomarme la poción para ir con ella e indagar en el otro mundo, que es lo que esta pasando.

-Señor, esos son disparates, Comandante Héctor recapacite, por favor, Señor , no tome eso.

-Que no vez, mi esposa está en peligro y mi hijo igual.

Así , no en un acto de valentía o de arrogancia , sino de amor , Héctor ingiere la bebida, que lo trasportará a el lugar de los muertos, donde tendrá que confrontar una vez más a Leonor o Carmina que es lo mismo. Una sensación de paz inunda a Héctor y de momento, todo se pone nublado, muy nublado, no siente ya su corazón, mucho menos la respiración, los músculos de cuerpo se le encogen y únicamente tiene la sensación de que está cayendo a un vacío sin fin.

 

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