Por eso es que los musulmanes no reparan,
Ni en los daños, ni en las muertes, ni en lo demás.
¡Honor, morir por Dios!, es la consigna.
Mejor... si más infieles matarán.
Más... Qué desilusión es la que siento,
Mirando de nuevo como se vuelve a repetir,
Aquella vieja historia del malo y el bueno,
Tan sólo que quién es bueno, está por decidir.
Es cierto, cierto, cierto.
Los buenos siempre ganarán,
Porque si pierden, son los malos,
En una historia sin final.
Así que, idos todos al infierno,
Ahí muy bien les atenderán,
Gustan ahí de todo lo aquello,
Por lo que ahora ustedes matando están.
Y pocos son los inocentes,
Pocos los que en verdad sobrevivirán.
No digo que irán al Cielo, más el infierno
Es un lugar que nunca después de muertos alcanzarán.